¿Te apasiona la cocina y te gustaría aprender cómo hacer pizza casera para deleitar a tu familia y a tus amigos? En ese caso, ¡no dejes de leer! Precisamente, en este texto hablaremos sobre la preparación de este delicioso platillo.
Eso sí, debes tomar en cuenta que aunque se trata de una comida que a simple vista es muy sencilla, requiere de tiempo y concentración. Así que antes de comenzar a leer esta receta y empezar a ponerla en práctica, asegúrate de tener tiempo suficiente y ser paciente.
Ahora sí, ¡te presentamos cómo hacer pizza casera en 4 pasos!
Aunque seguramente te puedes encontrar en el supermercado con diferentes opciones de masa de pizza que ya están preparadas y que simplemente hay que hornear, nada se compara con el sabor de un platillo recién hecho en todo los sentidos.
Por eso, lo ideal es que consigas los siguientes ingredientes: harina (aproximadamente 200 gramos para una pizza pequeña), una cucharada cafetera de sal y una de aceite de oliva extra virgen, una pizca de levadura y media taza de agua tibia.
Algunas consideraciones importantes a tomar en cuenta es que el agua sí influye en el sabor de la masa, por lo que si la que tienes en casa no es de tu total agrado, puedes probar con otras marcas, y la levadura química en polvo, que es la que generalmente se utiliza para pasteles, no es ideal para la pizza casera, debe optarse por una más fresca.
Cuando ya tengas todo lo necesario para empezar a preparar tu masa, entonces debes asegurarte de que tu espacio de trabajo esté limpio y organizado. Después, podrás comenzar a mezclar la harina con la levadura, la sal y el aceite. Poco a poco empieza a añadir el agua hasta que obtengas una consistencia suave y todos los ingredientes estén bien incorporados.
Por último, haz una bola con la masa que preparaste y colócala dentro de un recipiente que previamente hayas enharinado. Lo siguiente será simplemente esperar por, al menos, 45 minutos a que la mezcla que hiciste aumente su tamaño al doble.
Si te preguntas cómo hacer pizza casera, debes saber que gran parte de lo que se necesita para tener éxito en la preparación de este platillo es cuidar cada detalle. En ese sentido, también te explicaremos el paso a paso de la salsa que le añadirás.
Como en cualquier otra receta, lo primero es que tengas a la mano los ingredientes. En este caso, son: medio diente de ajo picado, 1 cucharada cafetera de aceite de oliva extra virgen, media taza de tomate licuado, sal, comino y orégano al gusto, y una pizca de azúcar.
Una vez que tengas todo lo necesario, lo siguiente es que tomes una olla y pongas a sofreír el ajo. Esto significa que debes ponerlo a una temperatura muy baja para lograr que se dore por fuera, pero que saque todo su sabor y no pierda las propiedades que lo caracterizan. Después, lentamente añade la salsa de tomate, aceite, comino, orégano, sal y azúcar. Deja que todo esto se cocine, al menos, 10 a 15 minutos. Al terminar, déjalo enfriar.
¿Recuerdas que en el primer paso hablamos de la masa y lo último que mencionamos fue que debías dejarla reposar? Bueno, cuando ya haya pasado el tiempo que acordamos, entonces tómala y comienza a darle forma con ayuda de un rodillo de cocina.
Para ayudarte, asegúrate de tener harina en tu área de trabajo y sobre tus manos. Esto evitará que la masa se te pegue en los dedos y hará mucho más sencillo que la manipules. Cuando ya hayas logrado que ésta tenga una forma circular y esté aplanada, colócala en la bandeja en la que la hornearás. Lo siguiente será que tomes un tenedor y le hagas pequeños orificios a la masa.
El siguiente paso consistirá en que esparzas la salsa, de la que hablamos en el paso número 2, por encima de toda la masa de manera uniforme.
Por último, tendrás que realizar uno de los pasos en los que podrás probar tu creatividad y tu talento para combinar sabores. Éste se trata de añadir quesos y otros ingredientes que sean de tu agrado. Puedes probar por ejemplo con jamón, champiñones, pimientos, carne molida, tocino y queso mozzarella. En realidad, este paso es muy libre y depende mucho de tus gustos y, por supuesto, de los de tus invitados.
Lógicamente, no se puede hablar sobre cómo hacer pizza casera sin mencionar el horno. Y es que al terminar de añadir a tu preparación los ingredientes de tu elección en la parte de arriba, será momento de poner a cocinar todo.
Lo más recomendable es que la bandeja la mantengas de 15 a 20 minutos en el horno a una temperatura de 300° C; sin embargo, es importante que estés atento a la evolución de tu platillo.
Algo que puede ayudarte a identificar si tu pizza casera ya está lista es verificar con ayuda de una espátula si la parte de abajo ya comienza a dorarse. En caso de que sea así, ¡es momento de sacarla del horno! Si todavía no empieza a tostarse, déjala ahí unos minutos más.
¡Listo! Con los 4 pasos que mencionamos hasta aquí ya puedes responder a tu pregunta de cómo hacer una pizza casera y sorprender a tus invitados con un delicioso platillo.
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